María Reiche, la guardiana de las líneas de Nazca

María Reiche fue arqueóloga y matemática, nacida en 1903 en la ciudad de Dresde, Alemania. Dedicó su vida al estudio de las líneas de Nazca, en Perú. Está gran mujer era, además, políglota, hablaba cinco idiomas.

Las líneas de Nazca son geoglifos que se ubican en la provincia de Nazca y Palpa en Perú, son figuras principalmente zoomorfas y antropomorfas: figuras como animales, criaturas fantásticas, místicas…, además de los elementos geométricos como trapezoides, rectángulos, espirales y rectas. Estás figuras pueden alcanzar los 275 metros de longitud.

Sin embargo, el descubridor de las líneas de Nazca fue el arqueólogo Toribio Mejía Xespe el año 1927, pero María Reiche realizó una investigación profunda dedicando más de 52 años de su vida a este propósito.

Escoba en mano, llevando tan solo una escalera, cinta métrica y brújula, María se dedicó a medir casi 50 figuras geométricas y más de mil líneas, intentando descubrir su significado, convirtiéndose así en la guardiana de las líneas de Nazca.

María creía en las señales del universo, era una mujer mística, que, por un accidente en Cuzco, perdió uno de sus dedos. Qué inmensa fue su sorpresa al ver la figura antropomorfa del «mono» con solo nueve dedos. Por esto ella lo interpreta como una señal de que debía quedarse, dedicando su vida a las líneas de Nazca.

Fueron creadas entre los años 500 AC y 500 DC y son patrimonio de la humanidad.

Una de las teorías más aceptadas del propósito de las líneas de Nazca es que servían como caminos ceremoniales, utilizados por los nazca en rituales religiosos y procesiones. Estas figuras podrían haber sido trazadas para ser recorridas por los sacerdotes y líderes religiosos, quienes creían que caminar sobre ellas les otorgaba poder y conexión con los dioses.

Texto y acuarelas: Vivianne Tantra
@viviannetantra_art
Concepción (Chile)

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