Transmutación

De la mesa de trabajo a la hoguera.
Y lo que sobrevive… cerámica.
Barro esencial, dócil en mis manos
recreando formas inexistentes,
imaginadas
en el espacio etéreo de la mente.
Barro vital, modelado
con cuidado, con paciencia,
creando las bases para otra vida,
otra materia, otra cualidad.
El fuego lame sus costados
y el barro se seca, se encoge,
se oscurece en las brasas.
Echarlo al fuego es un riesgo…
de quebrar, de quemarse del todo.
Pero, si aguanta,
si se deja transformar,
el barro nacerá cerámica
transmutando su esencia.
Ya no será más barro.
Su nueva forma vítrea,
de negra cerámica,
desde la hoguera primigenia,
será más frágil y más fuerte,
más definida
y arraigada
en un nuevo ser
de leve musicalidad.
Surge de las llamas aliviada,
pero orgullosa de haberlo intentado,
de haber superado el fuego,
el crisol eterno de los cambios.

Deja un comentario