Festival Holi: la fiesta de los colores

Nubes de colores, muchedumbres bailando y agitándose felices, cuerpos y ropas cubiertos de hermosos y vivaces pigmentos. Esta postal sorprendente es la que exhibe el célebre Festival Holi que se realiza alrededor de los meses de marzo y abril en la India y en Nepal. 

La celebración dura dos días y comienza con la última luna llena del mes lunar hindú Phalguna. La primera noche se denomina Holika Dahan o Chhtoti Holi y se efectúa alrededor de una hoguera. La gente baila y canta alrededor del fuego durante toda la noche para festejar la victoria del bien sobre el mal ya que el mito relata que Holika, la malvada hermana del rey Hiranyakashipu trató de asesinar en una hoguera a su desobediente sobrino, pero fue vencida por el dios Vishnu. 

La jornada que le sigue es el que se conoce como Holi, aunque también se le llama Rangwali Holi o Dhulhendi y es la más pintoresca. En este día, se concentran personas de distintas castas, clases sociales, religiones y edades para lanzar el polvo de colores o gulal y pasarla bien. Las diferencias entre castas desaparecen.

El gulal es una tradicional mezcla confeccionada con cúrcuma y extractos de flores. En los últimos años se utilizaba versiones sintéticas que resultaron perjudiciales para la salud. Por eso, en la actualidad, distintas asociaciones están potenciando el uso del gulal natural producido a partir de los pétalos abandonados en los templos y santuarios.

Otro mito revela el origen del uso de colores y es la que hace referencia a la historia de amor del dios hindú Krishna y su consorte Radha. Según el relato, Krishna preguntó a su madre, Yashoda, por qué Radha tenía la piel blanca y él en cambio tan oscura. Yashoda respondió que para no sentir celos del color de Radha una solución podía ser la de pintarle el rostro con colores oscuros. Así, los dos enamorados serían iguales. Como Krishna asintió, desde entonces todos los enamorados se pintan la cara con los colores del Holi.

Los cuatro colores principales simbolizan distintos conceptos: el rojo refleja el amor y la fertilidad, el azul, a la deidad Krishna, el amarillo, es el color de la cúrcuma y el verde la primavera y un nuevo ciclo. 

Además de la explosión del color, la gastronomía es otro de los atractivos del Holi. Las familias disfrutan de platos típicos como las gujiyas, unas empanadas rellenas de frutos secos; las mathri, unas galletas hechas a base de harina y especias; el papad, una masa de harina de frijol frita y crujiente; la malpua, un tipo de crepe con azúcar y coco; y el thandai, una bebida hecha con almendras, leche, azúcar, especias y pétalos de rosa. 

Las comunidades Indias han llevado esta festividad a los países donde se han establecido y se puede disfrutar del Festival Holi en diversas ciudades alrededor del mundo. Las fechas cambian pero el sentido de la vida y la alegría de celebrarla no es cultural, es propia de la naturaleza. Holi Hay!

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