Leyendas con la abuela

—¿Abuela es lo mismo mito que leyenda?
—Los mitos son relatos tradicionales de acontecimientos asombrosos, cuyos protagonistas son seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes o monstruos.
—¿Y son importantes o simplemente son cuentos?
—Los mitos, como los cuentos y las leyendas, son manifestaciones muy importantes de la cultura, ya que son el reflejo de las creencias, los valores, las tradiciones de una comunidad…
—Entonces eso sería Rómulo y Remo, creadores de la antigua Roma.
—Efectivamente. Pero te contaré uno mucho más antiguo, Gilgamesh
—¿Gilgamesh? ¿Qué es?
—Gilgamesh es una epopeya.
—¿Una epopeya?…
—Es un poema extenso que cuenta las hazañas de un héroe o hechos heroicos, donde interviene lo sobrenatural o maravilloso.
—¿Cómo en cuento de la Odisea?
—Similar, pero escrito muchos años antes. Gilgamesh, es el padre de todos los héroes mitológicos. Es la «odisea» de los babilonios, el hombre y la naturaleza en el mundo antiguo. Abarca el ser humano en la tierra, hombre, héroe, rey o semidios. Es una epopeya que proviene de Sumeria, la cuna de la civilización, en las tierras de Mesopotamia.
—Abuela, mira que me has contado leyendas pero esta no la conozco…
—Fue un soberano de la ciudad sumeria de Uruk (actual Warqa, en Irak), era dos tercios dios y un tercio humano. El hombre más grande y hermoso del mundo. Su barba brillaba como el lapislázuli y su cabello crecía tan grueso como el grano.
—¡Qué guapo! Abuela.
—Pero Gilgamesh se comportaba como un tirano con sus súbditos y obligaba a los jóvenes a trabajar como siervos y les robaba su inocencia.
—¿Y eso cómo era?
—Es un poema muy largo que te resumiré algún día. Además algunos temas aún no estás preparada para entender.
—Jo, abuela, un poquito por favor…
—Es la lucha contra las fuerzas de la Naturaleza y los conflictos en torno al poder social, el amor y la sexualidad, la búsqueda del significado de la vida y el anhelo inútil de la inmortalidad.
—Dime algo de los personajes al menos…
—Gilgamesh y Enkidu atraen la ira de los dioses por el asesinato de Humbaba y del Toro del Cielo. Enkidu debe morir y Gilgamesh debe sobrevivir. Por qué debe ser así, el destino humano es insondable. Y no apuntes, que ya te lo dejaré yo. Antes debes leer otras leyendas que te atraerán mucho.
—Abuela, y ¿por qué debía ser así?
—La gente de Mesopotamia le tenía miedo a la muerte, creían que sus almas descenderían al inframundo y su existencia ahí transcurriría sin alegría. La única manera de salir de esta situación desesperada era hacerse de un nombre en la tierra. Gilgamesh sale purificado de sus viajes y aventuras: de ser un rey tiránico, se convierte en uno bondadoso.
—¿Entonces qué ocurre con Enkidu?
—Enkidu representa al buen salvaje: vive en armonía con la naturaleza y los animales salvajes hasta que… ¡bueno ya está bien!…
—Ya sé…, hay algo que no me dices…
—Son antiguas creencias de diferentes comunidades y presenta explicaciones sobrenaturales de hechos o fenómenos naturales. En este caso, sería un conjunto de valores y saberes del Antiguo Oriente.
—Abuela ¿me puedes decir alguna más cortita de algún otro país?
—Aprovechando que estamos en primavera, te contaré la Madre Monte.
—¡No la conozco! ¡Bien!
—Es un mito colombiano de origen indígena…
—Cuenta, cuenta…
—Una mujer de vestido verde, igual que las hojas de los árboles y el pasto, con unos pies muy raros, como de humedad, con olor a musgo a lama de monte. Ella cuida los montes y las selvas, por lo que castiga a los cazadores y taladores de árboles. Para alejarla, es necesario no mostrarle miedo o lanzarle humo de tabaco.
Además gusta bañarse en las cabeceras de los ríos pues ama las grandes piedras de los ríos y es donde estos se enturbian y se desbordan causando inundaciones.
—¿Entonces es buena o mala?
—Juzga por ti misma, saca tus propias conclusiones. Mucha gente dicen que sus gritos o bramidos en noches oscuras provocan tempestades peligrosas, así como también castiga a aquellos que invaden su terreno, a los que son malos, a esposos infieles y a los vagabundos; odia a los leñadores y persigue a los cazadores.
—Yo diría que cuida la Naturaleza y sus reglas, que los humanos destrozamos.
—Algo así, se podría contemplar… Ella maldice a los propietarios que invaden o usurpan terrenos ajenos o cortan alambrados con plagas en sus ganados.
—Entonces llevo razón, cuida el planeta y castiga a los que infringen leyes de la Naturaleza.
—Y a los que andan en malos pasos, les hace ver una montaña impenetrable o arbustos difíciles de pasar o caminos borrados haciéndoles sentir mareo del que no puedan despertar al menos por un par de horas y cuando despierten hayan tenido una alucinación.
—Abuela, ¡me encanta la Madre Monte!

Por Carmen Santos Bonet

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