«El ser humano es valioso y digno desde el momento de su nacimiento»

Hablamos con Maite Quintanilla, madrileña y activista de Humanistas por la Renta Básica Universal e Incondicional.

¿Qué es la renta básica incondicional (RBI)?

Es una asignación económica a todos y cada uno de los miembros de la sociedad sin distinción ni condiciones, independientemente de su situación y su disposición o no a trabajar.

Sus características son: 1) incondicional: no hay que cumplir ningún requisito para recibirla; 2) individual: A cada individuo, no al grupo o a la unidad familiar; 3) suficiente: tiene que poder cubrir las necesidades básicas de la persona. El monto ha de ser, al menos, igual al umbral de la pobreza, que en España está ahora mismo por unos 850 euros; y 4) universal: para toda la humanidad. Es decir, que la reciben absolutamente todos, con empleo o sin él, con empresa o sin ella. No es una asignación para pobres, sino una forma de reparto de la riqueza.

La riqueza nos pertenece a todos, porque todos somos legítimos herederos de lo que todas las generaciones anteriores han creado (tecnología, ciencia, ingeniería, cultura, etc.). Por eso, es justo que se reparta la renta que produce la riqueza cada mes, cada año, durante toda nuestra vida.

El ingreso mínimo vital (IMV) que se implementó en la pandemia ¿es un avance?

El IMV, como todas las asignaciones monetarias condicionadas, no sirve para resolver nada. Y, no solo no resuelve, sino que a muchos les ha hundido más en la trampa de la pobreza. A nosotros nos ha servido como antítesis de la renta básica incondicional.

Es condicionada: hay que demostrar una situación económica y social determinada para poder acceder él. Es parcial: solo a una parte de la sociedad. El grupal: a la unidad de convivencia y no al individuo. Es insuficiente: insultantemente insuficiente.

O sea, todo lo contrario de la definición que di al principio de la entrevista (incondicional, individual, suficiente y universal).

El IMV ha llegado a muy poca gente, porque tenía unas condiciones leoninas y una dificultad de gestión terrible. Tengo una amiga que trabajó gestionando el IMV y me cuenta lo sufriente que resultaba para ella rechazar la mayoría de peticiones a gente claramente necesitada.

¿Cómo nace Humanistas por la Renta Básica Universal?

Un grupo de activistas humanistas estudiamos esta propuesta que ya estaba siendo defendida desde hace mucho tiempo a nivel estatal, europeo y mundial, y nos pareció que era revolucionaria en el sentido de que rompía con los esquemas opresivos y violentos del sistema en que vivimos inmersos.

Las argumentaciones nos parecían muy válidas. Nos parecía bien eso de que el ser humano tenía derecho a la «existencia material garantizada», pero, además, nos dimos cuenta de que podíamos aportar a esta causa el punto de vista y argumentos humanistas, que parten del reconocimiento de que el ser humano es valioso y digno desde el momento de su nacimiento. Que es creador de futuro y superador de condicionamientos y que la RBI puede suponer un paso importante en su camino de transformación de sí mismo y del mundo.

¿Es posible la RBUI en este modelo de sociedad capitalista?

Es más que posible y está comprobada su factibilidad desde el punto de vista financiero. Podría financiarse de varios modos, y el más comprobado con números sobre el papel es por medio de una reforma fiscal que haga que paguen proporcionalmente más los que más tienen, o sea, el capital financiero, las trasnacionales, la gran empresa y los grandes capitales.

De hecho la RBI, es una vía que ayudará a dar un paso hacia otro tipo de sociedad, mientras dure el monetarismo. Cuando ya no haga falta el dinero, porque lo hayamos superado con otras formas de organización en la que todos tengamos libre acceso a los recursos necesarios para una vida plena, la RBI no hará falta. Será como el andamio que sirvió para construir el nuevo edificio, hecho de nuevos valores y nuevos modos de relación.

Porque la RBI no es una cuestión de dinero. Es una cuestión de reconocer que ser humano es válido y digno desde su nacimiento, y tiene el derecho de dedicar su tiempo y su energía a acercarse al conocimiento para descubrir su vocación, y de poner sus mejores cualidades al servicio de la creación del mundo al que aspira.

Más información en la entrevista a Maite Quintanilla en el pódcast «Saldremos mejores»:

Deja un comentario