De lo alto a lo profundo

El plano medio quedó partido.
Y divididas quedaron
las aguas del universo.
Las de arriba fueron estrellas,
llamando desde las alturas.
Y los humanos se irguieron,
sin duda,
para alcanzarlas.
Las aguas de abajo
se hicieron fuegos
que se metieron adentro
encendiendo emociones,
despertando sueños,
alentando interminables intentos.
Luego llegaron los dioses
reivindicando el invento.
Y las aguas de arriba
y las aguas de abajo
fueron perdiendo el puente
como mundos diversos
que ya casi no se entienden.
Mas, las luces de cada plano
se hacen una
muy adentro.
Escondida, unas veces,
desorientada, otras tantas,
oculta pero no perdida.
Esperando a ser hallada
para conectar cierta estrella,
con sus muy profundas aguas.

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